Combarro es uno de los pueblos más bonitos de nuestra comunidad, y si haces una ruta por las Rías Baixas no te lo puedes perder. También es conocido como el pueblo de los hórreos pero la verdad es que, no tiene solo eso; las vistas que se ven desde él, sus pequeñas callejuelas empedradas, sus fachadas llenas de plantas y flores… Combarro es uno de esos sitios que visitas una vez pero que no olvidas nunca.
Te vamos a contar toda la información que necesitas saber sobre él para que tu visita sea perfecta. ¡Ah! En la parte de abajo te dejamos un mapa con los principales puntos. ¡Empezamos!
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Por qué este pueblo es tan famoso
Este pequeño pueblo de solo 1700 habitantes se ha vuelto muy conocido en los últimos tiempos, pero, ¿por qué? Como dijimos antes, Combarro tiene un encanto especial. Los edificios están muy bien cuidados, y este pequeño pueblo marinero cautiva a todo aquel que lo visita. Los más de 60 hórreos en (casi) perfectas condiciones es lo que ha hecho que cada vez más visitantes recorran sus calles.
Eso sí, si lo visitas en fin de semana ten en cuenta que te vas a encontrar a bastante gente, te recomendamos ir temprano para poder recorrerlo con un poco de calma. Ten en cuenta que las calles son bastante estrechas y que no hay mucho espacio para caminar. Si te apetece conocer un poco más la historia, puedes hacer este free tour.
Qué es un hórreo
Claro, a lo mejor te estás preguntando qué es un hórreo, y por eso, te lo vamos a contar aquí. Los hórreos son unas construcciones gallegas que sirven para guardar alimentos protegiéndolos de la humedad y de los ratones, de hecho, si te fijas en la parte de las patas, podrás ver que antes de llegar a la parte principal hay una especie de «círculos» bien de piedra o de madera (dependiendo de que esté hecho el hórreo), esto servía para que los ratones al llegar aquí se cayesen hacia abajo y no pudiesen acceder a la comida.
Hoy en día siguen formando parte del paisaje de Galicia y hasta hay en zonas que los han reformado y han hecho habitaciones de hotel o zonas chulas simplemente para pasar el rato.
Dónde aparcar en Combarro
Prácticamente todo el pueblo entero es peatonal, pero a menos de 5 minutos andando de donde empiezan las calles de los hórreos hay un aparcamiento gratuito en el puerto bastante grande en el que podrás dejar el coche sin problema. Nosotros nos equivocamos y no entramos por dónde deberíamos, por eso, te dejamos la marca en el mapa para que veas exactamente por dónde tienes que ir con el coche.
Qué sitios o calles no te puedes perder
¿Nuestro consejo? Perderte, es un pueblo pequeño que se recorre sin problema a pie y que en cada pequeña calle hay algo que seguro que te va a llamar la atención. Aún así, te vamos a dar algunos puntos claves en los que poder hacer fotos o las calles que no te puedes perder en tu visita a Combarro.
Hórreos
Los hórreos los vas a ir viendo a lo largo de todo tu paseo, pero quizás en A Rúa, la calle principal, están los más fotogénicos, ya que muchos están orientados al mar. Si la marea está baja, podrás ir a la playa de Padrón a disfrutar de una vista diferente de estas construcciones. También hay otros puntos como la plaza de la Fuente o el puerto en el que verás más. Para conocer a fondo la historia puedes optar por reservar la visita guiada por Combarro.
Cruceiros
Los cruceiros también son uno de los grandes llamativos de Combarro. Son unas construcciones típicas de Galicia (también de Gran Bretaña o Irlanda) que servían para marcar un cruce de calles. Los de este encantador pueblo están muy bien conservados, así que, te recomendamos que te fijes en ellos.
Casas marineras
Las casas de piedra de Combarro son preciosas y la mayoría están muy cuidadas, por eso, sigue nuestro consejo y déjate llevar por todos los rincones de este pueblo.
Dónde comer: nuestra experiencia
Te vamos a contar dónde comer en Combarro en base a nuestra experiencia, buscamos un poco mirando las cartas y el Restaurante Entrepedras nos pareció bastante bien. Las vistas que tiene son una pasada y además, el trato fue genial, los camareros fueron muy amables, con nosotros, y con Nala.
Pedimos para probar unos mejillones con una vinagreta que la verdad es que estaban bastante ricos y unos pescaditos fritos con pimientos de Padrón, estaban sabrosos, recién hechos y muy buenos. Lo mejor para nosotros fue el precio, pagamos por todo con dos cervezas y pan 30,95 €, que la verdad, para estar en un pueblo muy turístico y ser un restaurante con vistas, no nos costó nada sacar la tarjeta.
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