El restaurante con Estrella Michelin de A Coruña: Árbore da Veira

Comer nos encanta, eso es un hecho, por eso, decidimos visitar el único restaurante de nuestra ciudad premiado con una Estrella Michelin y la verdad es que fue todo un acierto. Es uno de los mejores sitios para comer en A Coruña y te vamos a contar nuestra experiencia.

El restaurante está ubicado en el Monte de San Pedro, uno de los mejores miradores de toda la ciudad, así que, como plus, mientras comes puedes disfrutar de toda la bahía a tus pies.

La cocina de Luis Veira se basa en productos gallegos y sobre todo en productos del mar. Tienes diferentes opciones para escoger, pero nosotros, como era la primera vez que íbamos optamos por el menú degustación de snaks, 12 platos, 3 postres y petit fours. Tenemos que decir que hay otro un poco más corto que tiene 8 platos y 2 postres, y que a nosotros nos parece suficiente ya que salimos bastante llenos de allí con el largo. Además, hay otro de 5 platos y 2 postres. El precio del menú degustación corto (semente) es de 65 € por persona, el del medio (raíces) es de 80 € por personas y el largo (árbore) son 95 € por persona.

En todos ellos las bebidas van a parte, pero puedes incluir la opción de maridaje en tus menús. Cuanta con dos posibilidades, En Boca que incluye 8 vinos (65 €) y Paladar que incluye 12 caldos (80 €).

En el Árbore da Veira el trato la verdad que es muy bueno, en todo momento están pendientes de que no te falte de nada, empezamos con los snaks.

En la primera tanda de los snaks pudimos disfrutar de comida muy interesante:

  • En la primera foto hay una esferificación de aceituna y un aperitivo de jalapeño y queso de Arzua (un queso muy típico de Galicia). La verdad es que estos nos gustaron mucho, sobre todo el de aceituna.
  • En la segunda foto probamos una pequeña ensalada cesar no tenía desperdicio, ya que tenía todo el sabor de una ensalada en ese taco.
  • Por último, el más sorprendente, se trataba de pan de maíz para dipear con mantequilla de chipirones encebollados y pan de gamba, una delicia.

La segunda parte de los snaks no fue menos interesante que la primera, además, nos invitaron a un cóctel. Seguro que conoces la famosa bebida italiana Spritz, pues es una versión de la misma, a nosotros la primera vez que la probamos en Venecia nos pareció demasiado amarga, eso es lo que arreglan en el Árbore, le dan un toque de dulzor que hace que esté muy buena.

  • Empezando por arriba a la izquierda, probamos un fantástico tartar de calamar con pil pil.
  • El segundo es un aperitivo de cacahuete y salsa de menta que sorprende mucho cuando te lo metes en la boca.
  • Justo a lado, el más original, un chupa chups de ajo blanco con caviar.
  • En el recipiente más grande tenemos uno de los que más nos gustó, cebolla caramelizada con parmesano crujiente, ¿a qué suena genial?

¡Y empezamos con la degustación de platos!

  • Para empezar nos sirvieron un pionono de gallo y anguila con esparrago blanco y bizcocho de aceituna negra. La nota es un 10, fue un plato que nos encantó, con una potencia de sabor increíble.
  • Seguimos con berberechos con muselina de coliflor picante acompañado de un guiso de lentejas con bacalao. Los berberechos seguramente los mejores que hemos probado y el guiso la verdad es que fue una mezcla muy interesante de probar.
  • Este seguramente sea uno de nuestros favoritos: «La cereza que cayó del árbol», se trata de una esfera de foie recubierta de una gelatina de cereza sobre una tierra de albahaca. Además se sirve acompañado de una infusión de boletus con Oporto. Es uno de los platos estrella del restaurante y cuando lo pruebas te das cuenta de cuál es la razón.
  • Ahora seguimos con una kokotxa de bacalao con azafrán ahumado, un bocado muy agradable en boca. Venía acompañado de una regañá de steak tartar y anchoa, la combinación del pescado y la carne cruda resultaba muy interesante.
  • Continuamos con una boloñesa de coco, yema curada y sardina. Estaba muy rico, quizás uno de los menos sorprendentes pero igualmente sabroso.
  • Como buenos amantes del arroz, disfrutamos como niños del siguiente plato. Se trata de un arroz de tuétano y anchoas. Un gustazo la verdad, no queríamos que se acabase nunca.

Antes de seguir con los siguientes platos nos pusieron un granizado de tomate muy aromático para limpiar el paladar y seguir con la comida.

  • El siguiente plato fue una paleta de cordero deshuesada con salsa de percebe, alga nori y minchas. El sabor era maravilloso, la mezcla de la carne con la salsa de percebe nos encantó, de este plato también hubiésemos comido mucho más.
  • Ahora toca el carpaccio de gambas al ajillo con destilado de manzana. El destilado es el pequeño bote verde que se ve detrás del plato, hay que echarlo directamente en la boca, un plato muy divertido.

Ya estamos acabando con los salados…

  • El siguiente fue una raya guisada con plancton acompañada de guisantes con espuma de berberechos. La espuma de guisantes nos encantó, hizo que el conjunto de los dos platos fuese muy bueno.
  • Ya casi para acabar nos sirvieron patatas manzana con sardina y trufa, un bocado muy interesante que se hizo corto la verdad.
  • Para acabar los salados nos tocó probar una merluza a la romana con salsa de pimientos de Padrón (que unos pican y otros no), la salsa tenía un sabor alucinante.

¡Llego el dulce! Nosotros no somos muy de dulce, pero estos postres van un paso más allá y nos gustaron mucho.

  • El primero fue melón, aguacate, helado de menta y coco y polvo de coco. ¡Nos encantó! Es un postre súper refrescante que entra genial y al llevar el helado es muy fácil de comer.
  • Para continuar vamos con unas peras al vino con galleta, queso y helado de frambuesa. Como estaba el helado… solo por eso el postre merece la pena, seguramente uno de los mejores helados que hayamos probado.
  • Llega el final… Nos sirvieron una milhojas de chocolate blanco y vainilla de Tahití. Estaba buenísimo, no te vamos a mentir, ya se nos estaba haciendo la comida un poco larga, pero aun así lo acabamos con gusto.

Para acabar llegaron los cafés y los petit fours.

  • Tableta de chocolate negro con frambuesa.
  • Bizcocho de zanahoria.
  • Macaron de fruta de la pasión.
  • Cookie de chocolate.
  • Gominola de mora con pica pica.

Es una experiencia que sin duda vamos a repetir, disfrutamos como niños pequeños el día que llega Papá Noel, si a ti también te gusta la comida y disfrutas probando cosas diferentes no lo dudes y reserva si vas a venir a la ciudad. Nosotros entramos a comer a las 14.15 y salimos de allí a las 17.45, es algo que hay que tener en cuenta a la hora de reservar.

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